Miniatura: Coyuntura

Por Javier Quintanilla Calvi

Foto: Mariana Ladrón de Guevara

Coyuntura

- Somos dos barcos, Mario. Atrapados en el torbellino negro, hirviente. No podemos escapar, tampoco llegar al otro lado. Llegar al otro lado es imposible si los dos tenemos el viento a favor: nuestro viento a favor también lo es para el otro, y eso, en última instancia, significa que las chances siempre estarán en nuestra contra. Nos neutralizamos el uno al otro, ¿no lo ves? Somos inalcanzables. Dos barcos que no se tocan. Y el remolino sigue, además, pues es como el desagüe de la bañera. El agua calma adopta corriente, brío, fuerza, aunque todo el exterior esté quieto. Tú y yo no podemos estar quietos, estamos atrapados en el espiral finito. Finito porque el vórtice igual no se escapa. Somos dos barcos privados de toda libertad, como defecto de nosotros mismos. El agua, densa y pegajosa como el petróleo, viaja veloz hacia el centro de la galaxia. Las estrellas también se pierden, se apagan, son engullidas por su destino irremediable. Somos esquifes sin anclas ni remos. A la deriva, errantes como el Holandés. Peor, como la música de Wagner para el Holandés. 

- Pero yo te amo, Renato. 

- No importa. 

- ¿Por qué? 

- Porque no depende de nosotros. 

- ¿Y entonces de qué depende? 

- De qué exista del otro lado de la oscuridad. 

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Javier Quintanilla Calvi nació en Arequipa, Perú. Actualmente estudia Historia y Ciencias de la Música en la Universidad de Salamanca (España), en donde además es parte de la Joven Asociación de Musicología.  Twitter: @javierqcalvi